"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




domingo, 2 de octubre de 2011

¿LA HORA DEL ADIÓS?

Siempre he observado con una cierta incredulidad como, a diferencia de lo que sucede en España, en Inglaterra se venera y respeta tanto la figura del entrenador. Aquí, salvo en muy raras ocasiones, es el eslabón más débil de la cadena que forma un club. Dicho de otra manera, es el primero al que suelen hacer saltar del barco cuando las cosas no van bien. Pero en las islas británicas, como ya he advertido antes, el entrenador suele perpetuarse en su cargo durante periodos de tiempo muy prolongados. Uno de los casos más conocidos de esta longevidad en los banquillos, es la del técnico del Arsenal, Arsène Wenger. El pasado viernes, 30 de septiembre, cumplía 15 años al frente del equipo "gunner". Un periodo con dos etapas claramente diferenciadas. Una primera, hasta el 2005, en la que el Arsenal logra 3 títulos de Premier League y 4 Cup's inglesas. Eran tiempos de un conjunto liderado por jugadores como Henry, Pires o Vieira (la conexión francesa siempre ha sido clara).

La segunda etapa, a partir del 2006, ha estado marcada por la no consecución de torneos de primer nivel. ¿Razones?. Probablemente, dos. Por un lado, tenemos la irrupción a mediados de la década pasada del Chelsea de Abramovich y la reafirmación del Manchester United. Por otra parte, la política cada vez más acentuada de la dirección técnica del Arsenal (a la sazón, el propio Wenger) de apostar por jugadores jóvenes. Mientras sus rivales directos, invertían su dinero en jugadores más contrastados, el equipo del norte de Londres, apostaba en la mayoría de los casos por futbolistas a medio hacer, convirtiéndose el Arsenal en la mejor cantera que el dinero pueda pagar. Cierto es que en la etapa dorada de Wenger, los jugadores franceses a los que en el primer párrafo hacía referencia, llegaron muy jóvenes, pero no es menos cierto que esa filosofía es mucho más arriesgada y, sin duda alguna, en los últimos años no ha dado frutos. El técnico francés pasa probablemente por su peor momento desde que dirige al club. Descolgados desde las primeras jornadas en la Premier, parece acercarse el momento en el que, o bien el propio entrenador, o los dirigentes del Arsenal, deberán replantearse la situación y sobretodo, el futuro. Siempre será recordado como uno de los mejores técnicos de dicha institución, pero la renovación parece hacerse necesaria y posiblemente, pronto la veamos.

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