"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




sábado, 22 de octubre de 2011

EL ATLETI DE CASI SIEMPRE

El Atlético de Madrid arranca cada temporada, con la ilusión de reverdecer viejas glorias. Sueña todavía con aquel doblete de Liga y Copa de la temporada 1994-95. Eran otros tiempos. Aquel fue un equipo bien armado, con jugadores en el momento estelar de sus carreras, alguna agradable sorpresa en forma de futbolista desconocido para el gran público y una buena dirección desde el banquillo. Y claro, un Barça y un Madrid en proceso de transición. Este pasado verano no fue fácil para el Atleti. De un plumazo, perdía a los tres jugadores más representativos de la plantilla: Agüero, Forlán y De Gea. Sin embargo, el club rojiblanco, más allá de hacer saltar las alarmas, supo reforzar su plantilla con la buena cantidad de millones que habían dejado en las arcas las salidas antes mencionadas. Pese a todo ello, después de siete jornadas de Liga, el Atleti con nueve puntos (menos de la mitad de los disputados) ya está alejado de los grandes candidatos al título. ¿Demasiado pronto para descolgarse?. En realidad como casi todos los años.

Debo decir que, pese a todo, me gusta la pinta que tiene este Atlético de Madrid. Me parece más equipo que el de, por ejemplo, la temporada pasada. Analizándolo línea por línea, comenzaremos destacando la labor en la portería con Courtois. El guardameta belga, pese a su juventud, está demostrando seriedad y buenas maneras. La defensa está respondiendo, como demuestra el hecho de que si no contamos el partido frente al Barça (aquel día les cayó una "manita") en las seis jornadas restantes sólo han encajado un tanto. Destaco en esa zona a sus dos laterales titulares, Silvio y Filipe Luís, que lo mismo se suman al ataque que repliegan atrás cuando es necesario. El portugués ya apuntó muy buenas maneras en el Sporting de Braga, mientras que del brasileño aún debemos esperar más, no creo que sea todavía el que vimos en el Depor y el que estuvo a punto de formar parte del segundo proyecto de Guardiola en Barcelona.

 La mitad de la cancha tiene un carácter más creativo que el de otros proyectos anteriores. Gabi y Diego deben dar ese toque de calidad, de capacidad para distribuir, que necesita un equipo que desee considerarse grande. En banda, Reyes, Turan, Juanfran y Pizzi, tienen regate y desborde. Y finalmente arriba, Falcao. El colombiano impactó en su llegada. Desde los tiempos de Hugo Sánchez, pocos arietes puros con ese alma de "killer" ha tenido el equipo de la ribera del Manzanares. Si todo suena tan bonito, ¿por qué el Atleti está como está en Liga y con el horizonte tampoco del todo nítido en la Europa League?. Razones puede haber muchas, pero si nos ceñimos a los partidos disputados y a los resultados cosechados, el Atleti (Falcao al margen) tiene problemas con el gol.

Y es que, hasta el momento, la dependencia en ataque del colombiano es grande y ése es un problema que Gregorio Manzano debe solucionar. Adrián ya demostró en la Coruña que tiene mucha clase, pero que la "suerte" del gol no es precisamente (paradojicamente para un delantero) la que mejor domina. Hombres de banda titulares como Turan o Reyes tienen más pase que definición (ninguno de los dos se ha estrenado todavía en Liga). Trabajo tiene por delante el técnico jiennense del Atleti. Trabajo siempre y cuando y valga la redundancia, le dejen trabajar. Cierto es, que éste ya no es el Atlético de Madrid de Gil que cambiaba de entrenador con facilidad desmedida. Pero tampoco es un club que prometa fe ciega al dueño del banquillo y ya en los últimos días, la prensa informa de que se comienza a cuestionar a Manzano. Partiendo de los buenos números que presenta el equipo en defensa, su gran reto será conseguir que el equipo vea puerta. Esperemos que lo consiga y que no sea víctima de la impaciencia habitual en nuestro fútbol.

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