"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




lunes, 22 de septiembre de 2014

SANDRO RAMÍREZ, "EL OTRO MUNIR"

Algunos llegan de hurtadillas. Sin hacer ningún ruido. Sin grandes credenciales ni apadrinamientos mediáticos. No se creen megaestrellas desde niños, ni muestran rencor hacia nadie cuando alguien les dice qué deben hacer para seguir creciendo y, sobre todo, para no dejar de tener los pies en el suelo. Sandro Ramírez, a sus escasos 19 años y contra todo pronóstico, ha aparecido en escena en el nuevo Barça de Luis Enrique. En un ataque plagado de estrellas mundiales, este canario que llegó a la cantera blaugrana en 2009, ha participado en tres de los cuatro primeros partidos de Liga, así como en el único encuentro de Champions disputado hasta la fecha.



De la misma generación que el hispano marroquí, Munir El Haddadi, Sandro comienza a acumular minutos (más que partidos) con el primer equipo culé. Saliendo hasta el momento siempre desde el banquillo, aprovecha esos espacios de tiempo para reivindicarse. Tiene algo de su compañero y paisano Pedrito. Tesón, voluntad férrea y un demostrado olfato goleador. Más ariete que hombre de banda, ha logrado ya dos tantos en Liga en los escasos 71 minutos que lleva disputados a día de hoy. El regreso en un mes del uruguayo Luís Suárez hará que la competencia sea aún más encarnizada. Puede que ése sea incluso el momento de volver al filial, de jugar más asiduamente y de acumular kilómetros y goles en sus botas. Pero Sandro ya ha dado el primer paso y Luis Enrique lo tiene muy presente.