"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




martes, 29 de enero de 2013

EL FÚTBOL DESCUBRE A MAURO ICARDI

Mauro Icardi se ha convertido en los últimos días en uno de los jugadores de moda del fútbol italiano. Su gesta más destacada hasta la fecha, se vivió el pasado domingo cuando logró marcar cuatro tantos en la victoria de su equipo, el Sampdoria, ante el Pescara. Con ese poquer de goles, este futbolista que en menos de un mes cumplirá 20 años, acumula ya siete dianas en lo que va de campeonato en la Serie A. Se estrenó en esta faceta en el derbi local ante el Génova, para posteriormente hacer un “doblete” de prestigio en la visita de su equipo al estadio del Juventus de Turín. Pero al margen de estos datos, ¿Quién es Mauro Icardi?. Nacido en la ciudad argentina de Rosario (lo que le hace ser paisano de Leo Messi) emigró con el resto de su familia a España cuando contaba con tan sólo 6 años de edad. Empezó a despuntar de juvenil en el Vecindario de Gran Canaria, postulándose como un gran goleador. En 2008 recalaría en las categorías inferiores del F.C.Barcelona. Y de ahí, en invierno del 2011 se marcharía al Sampdoria, primero en calidad de cedido para luego ser definitivamente traspasado.

Delantero puro, al que sus 180 centímetros de estatura le confieren una buena planta, maneja diferentes suertes del juego. Predominantemente diestro, se muestra rápido en carrera y en el desmarque, combinando por igual tanto el disparo seco como el toque sutil en los metros finales. Su buena temporada no pasa desapercibida entre clubes de mayor calado y dependerá de que siga refrendando sus buenas actuaciones, para calibrar el verdadero potencial de este futbolista. Algo similar debería ocurrir a nivel de selecciones nacionales. Y es que Icardi, si así lo desea, tiene donde elegir. Además de la nacionalidad argentina, posee igualmente la española y dispone de pasaporte italiano. Hasta ahora y siempre hablando de categorías inferiores, se ha decantado por la albiceleste, con la que ya ha jugado en la Sub-20. Pero no sería el primer caso de transfuguismo. Juan Antonio Pizzi, Pernía, Osvaldo o Camoranesi son sólo algunos ejemplos…

domingo, 27 de enero de 2013

POR LA PUERTA DE SERVICIO

Era algo cantado. Cuestión de tiempo. Sólo había que esperar al mes de enero, para que se hiciera oficial un secreto a voces. Con el nuevo año, a Fernando Llorente le quedarían menos de seis meses de contrato con el Athletic de Bilbao y dispondría de libertad para negociar con otro club. El riojano, como ya han hecho antes otros internancionales españoles, deja la Liga BBVA. En su caso para convertirse a partir del 1 de julio en nuevo jugador de la Juventus de Turín. Se marcha a Italia y no a Inglaterra, destino que a muchos nos parecía el más oportuno amén de sus cualidades. Sin embargo la elegida es la "Vecchia Signora", vigente campeona del scudetto italiano y actual líder de la competición. Nadie puede dudar de que la Juventus ha sido uno de los clubes más interesados en la contratación de Llorente. En definitiva, ven a este delantero como la pieza del puzzle necesaria para completar una escuadra que vuelva a ser competitiva en Europa. Con un portero experimentado, una defensa aguerrida y una medular creativa (Pirlo), con llegada a zonas de remate (Marchisio y Vidal) y con proyección de futuro (Pogba), sumar un ariete de solvencia era quizá la prioridad más palpable del conjunto piamontés.

Pero su marcha de Bilbao va a dejar restos de naufragio. Llorente, icono del Athletic en los últimos años, saldrá por la puerta de servicio. De manera muy clara, comunicó antes de empezar la presente campaña, su intención de no continuar en el conjunto vasco. Hecho éste que ha provocado que la afición que antes lo idolatraba, en el presente curso lo haya convertido en un repudiado. A ello se unen sus diferencias con el técnico Marcelo Bielsa. Discrepancias que pensando mal, podían beneficiar al jugador que en más de una ocasión, por no contar para el entrenador, ha evitado los sonoros pitos de la grada de San Mamés. Desde la perspectiva del club, la más que anunciada marcha del futbolista, deja también una serie de sombras. Quizá lo más realista, habida cuenta de que ya el verano pasado había ofertas en firme por el jugador, hubiera sido proceder a la venta. Pero Josu Urrutia actuó con terquedad. No quería ni oir hablar del traspaso (salvo abono íntegro de la cláusula de rescisión). No creo que en su fuero interno pensara que evitando su venta, habría margen de maniobra para convencerlo de que se quedara. Era más bien una decisión "política". La imagen del presidente podría haberse visto muy deteriorada si en una misma pretemporada el club hubiera perdido a sus dos mejores jugadores. En ese sentido, la marcha de Javi Martínez cubría el cupo de salidas no deseadas...En definitiva, todas las partes pierden algo tal y como se han producido los acontecimientos. El futbolista tira por la borda una temporada y el club, deja de ingresar unos buenos millones. Dinero que haber podido invertir en fichajes o en potenciar las infraestructuras de un club atípico en nuestros días. Sólo queda desearle suerte al jugador en su nueva etapa. Y al Athletic un futuro más prometedor que el de la presente campaña. Qué lejos parece quedar ya la brillante temporada pasada...

domingo, 20 de enero de 2013

SOPLAR Y HACER BURBUJAS

"Bufar i fer bombolles" es una expresión catalana, que se traduciría literalmente al castellano como "soplar y hacer burbujas". Viene a utilizarse para referirnos a algo que resulta sencillo de hacer y sin mayores complicaciones. Y el refranero, siempre sabio con independencia de la lengua en que se evoque, nos viene al pelo para el asunto que aquí pretendo explicar. Desde la perspectiva del F.C.Barcelona, lo ocurrido ayer en Anoeta tiene unas connotaciones novedosas (por el hecho de la derrota en sí) pero deja un aire a algo ya vivido durante la presente temporada. La única diferencia, el resultado final. Las salidas en este curso del Barça a Riazor y Benito Villamarín, por ejemplo, reflejan claramente como esas burbujas estuvieron a punto de explotar antes de que acabaran flotando suavemente por el espacio. En ambos encuentros, los de Vilanova arrancaron dando una formidable versión de su casi inigualable potencial y de resultas de ello, pusieron rápidamente tierra de por medio en el marcador. Luego llegó el sesteo, acompañado de una cierta sensación de indolencia y aderezado además con fallos defensivos no tan habituales en otras temporadas. Y como el rival también jugaba, esos minutos en los que el Barça se puso en "modo relajación", hicieron que el contrario acabara poniendo contra las cuerdas al líder.

Ayer en San Sebastián, sin embargo, sí que se consumó lo que en partidos anteriores se veía venir. El equipo, después de ponerse 0 a 2 antes de la media hora de juego, comenzó a dar ciertos síntomas de cansancio, unidos probablemente a una sensación de que el choque andaba ya medio encarrilado. Comenzó a verse poca precisión en los pases, así como un más que palpable cansancio físico y mental, que fue aprovechado por un rival que andaba como una moto. Porque en todo ello y siendo justos, no debemos restar ni un ápice de mérito a una Real Sociedad que, a diferencia de la bisoñez con la que se mostró hace un par de semanas en el Bernabéu, ayer tenía un objetivo que su ilusión y entrega les llevó a conseguir. Tito Vilanova dijo tras el encuentro que no hay derrotas con lecturas positivas. Sin embargo, el tropiezo en Anoeta fue la fruta madura que terminó cayendo del árbol e insisto, se veía venir. Más allá de todo lo explicado, la situación del Barcelona en la clasificación es envidiable, pese a que algún amigo culé nada más terminar el encuentro, me dijera que el título de Liga corría peligro. Algo innato en la genética blaugrana...

sábado, 19 de enero de 2013

EL ADIÓS DE VALDÉS

Escuché hace unos pocos días, unas declaraciones de Víctor Valdés en las que no descartaba jugar en un futuro en otras ligas. Debo reconocer, siguiendo la línea de ingenuidad que me caracteriza, que interpreté principalmente esas palabras como un "farol" que empleaba el guardameta catalán, de cara a endurecer su renovación por el F.C.Barcelona. No hubiera sido la primera vez. Allá por el 2009 su representante, como medida de presión, reclamaba para Víctor las mismas condiciones económicas que tenía Iker Casillas en el Real Madrid. En aquella ocasión la jugada salió perfecta. Pero esta vez todo es diferente. El "farol" no era tal y hace un par de días, sus agentes emitían un comunicado anunciando que Valdés no renovará su contrato con el Barça, el cual expira en junio de 2014.

En mi opinión, su marcha la definiría como importante, pero no traumática. Importante porque, pese a que fue durante largo tiempo discutido, Victor Valdés terminó con el debate sobre la portería blaugrana, algo casi permanente desde los tiempos de Zubizarreta. Sin embargo no la considero traumática pues creo que el Barça, aunque no vaya a ser tampoco una tarea extremadamente sencilla, podrá encontrar en el mercado a un portero de garantías. Se ha hablado muchas veces de que Valdés era el portero ideal para el Barcelona (aludiendo generalmente más que a su capacidad para atajar, a sus virtudes con el balón en los piés). Sin embargo el portero de hoy en día es un portero moderno, capaz de manejar el esférico con cierta fiabilidad. En ese sentido, no creo que el arquero que le sustituya sea mucho menos habilidoso.

Y conocida ya su decisión, no cabe duda de que el club debe ponerse inmediatamente manos a la obra (quizá ya lo estuviera haciendo) para encontrar a ese nuevo guardameta de garantías. Puede ser que Víctor Valdés apure su relación contractual hasta el final, pero aun así la decisión de contratar a otro portero no debería demorarse hasta ese verano del 2014. El cancerbero de L'Hospitalet dejará el listón muy alto y unos cuantos "Zamoras" en su palmarés, pero el mercado vigente (esta vez sí creo que habrá que mirar más hacia fuera que hacia la propia cantera) tendría que permitir encontrar al Barça a un portero que asegure al equipo gozar de la misma solvencia bajo palos que ha tenido durante los últimos años.

domingo, 13 de enero de 2013

EL EFECTO REVULSIVO

¿Qué es lo primero que hace un club español cuando los resultados no son los deseados?. En realidad podría tratarse de una pregunta retórica. Todos sabemos que, prácticamente siempre, lo que se hace es destituir al entrenador. Quizá no sea el culpable en todas las ocasiones, pero suele ser el sujeto más débil dentro de un club. ¿Y qué se busca con ese despido?. Tapar las carencias de una plantilla mal planificada, los errores de sus directivos y, evidentemente, un cambio de rumbo en forma de buenos resultados. Hasta la fecha, en la Liga BBVA, se han vivido tres destituciones y no se puede negar que el efecto revulsivo de los nuevos entrenadores es evidente. El mexicano Javier Aguirre tenía la misión de sacar al Espanyol de un hoyo profundo. No tuvo que ser fácil para el conjunto catalán destituir a Mauricio Pochettino. Un técnico acostumbrado a tener que reinventar un equipo cada verano, con un club hecho muy a su medida e incluso con unos lazos sentimentales importantes hacia la institución.

Pero Aguirre responde al perfil de técnico revulsivo. Es un motivador. Un personaje en apariencia campechano y extrovertido, capaz de hacer de técnico y psicólogo al mismo tiempo. Y parece que la fórmula funciona. Desde su llegada a finales de noviembre y salvando la más que lógica derrota en el Camp Nou, todos sus partidos han acabado con empates o victorias que han permitido a los "periquitos" salir de los puestos de descenso...
Pocos días después, Ernesto Valverde era nombrado nuevo técnico del Valencia. El destituído en este caso, al igual que en el Espanyol, era un técnico argentino (de idéntico nombre y apellido similar) que había pasado por el club como jugador, pero que gozaba de pocas tablas al frente de un banquillo.

Valverde, en comparación con su predecesor, aporta más experiencia, más conocimiento del fútbol español y un palmarés más brillante y si no, que pregunten en Grecia.
El resultado, seis victorias en los siete partidos que lleva dirigidos al conjunto valencianista desde su llegada y la sensación de una más que patente capacidad para sacar el máximo partido a una plantilla acostumbrada a copar puestos altos de la clasificación.

El portugués Domingos Paciência ha sido el último en llegar. Casi con las campanadas del fín de año, el Deportivo de la Coruña destituía a su técnico Jose Luís Oltra, el cual, sorprendentemente, mostraba extrañeza por el cese pese a que su equipo ocupara la última posición de la tabla. Domingos se ganó fama internacional al frente del modesto Sporting de Braga al que no sólo metió hace un par de temporadas en Champions, sino que tras ser eliminado en esta competición, llevaría al equipo hasta la final de la Europa League. Su salto posterior a un histórico de Portugal como el Sporting de Lisboa no fue positivo, pero llega a la Coruña con la misión de ayudar a restituir la reputación de un club que, no hace muchos años, aspiraba e incluso ganó títulos importantes. Sus dos primeros partidos se han saldado con cuatro de los seis puntos posibles y el equipo abandonando el "farolillo rojo"...
No siempre suele ser así. No siempre la llegada de un nuevo técnico soluciona los males de un equipo. Ni siquiera estos tres entrenadores tienen asegurado el éxito en sus respectivas empresas. Pero el comienzo es halagüeño y, cada uno con sus virtudes, dan motivos a sus aficionados para, al menos, tener esperanza.

sábado, 12 de enero de 2013

TOCA DESHOJAR LA MARGARITA

Fue en Zurich, a principios de semana, cuando Guardiola por fín se pronunció sobre sus intenciones de futuro. Quiere volver a entrenar. Era lo lógico. Superado ya el ecuador de su "año sabático" y mudado a Nueva York para poner tierra de por medio, Pep da por superada la presión de sus cuatro años de banquillo blaugrana y siente la necesidad de emprender un nuevo reto. ¿Pero dónde?. Intuyo que una vez declaradas sus ganas de volver surgirán diferentes y variadas opciones, pero a priori Inglaterra suena como el destino más elitista. Hoy algunos medios hablan de una oferta mareante del Chelsea, mientras que otros como el Manchester City seguramente se mantienen a la espera de acontecimientos. ¿Pero qué es lo que quiere realmente Guardiola?. ¿Millones a "troche y moche"?. ¿Ampliar su palmarés y prestigio?. La Premier, desde luego, podría ofrecerle respuesta a esas preguntas. Pero el de Santpedor es un tipo particular, especial, con un toque místico, "Bielsista" si se me permite el vocablo...

Guardiola basó sus años en el banquillo del Barça en un fútbol con unas señas de identidad muy claramente definidas. Fútbol de toque, con un perfil de jugadores muy específico que, en su gran mayoría, llevaban mamando esos conceptos desde la niñez. Era tan importante la idea como disponer de los hombres adecuados para su desarrollo. Y en el caso del Barça de Pep, esos futbolistas o ya estaban en el primer equipo o los encontró en el filial. ¿Pero qué canteras tienen el Chelsea o el City?. ¿Las conoce Guardiola?. ¿Cambiará sus planteamientos y montará un equipo exclusivamente a base de millones y más millones de libras esterlinas?...

Si fuera de esta última manera, la experiencia del técnico catalán no es especialmente gratificante. Una de las pocas pegas que se le puede poner a sus años en el Barça, fue precisamente que muchas de las contrataciones (algunas de ellas multimillonarias) no dieron ni de lejos los frutos deseados. Por lo general, el jugador de la casa siempre aprobaba con mejor nota que el foráneo llegado a base de dinero. ¿Se sentiría Pep más cómodo en clubes como, por ejemplo, Ajax o Athletic de Bilbao?. Por lo que su trayectoria ha ofrecido hasta ahora, puede ser que sí. Pero, volviendo a uno de los primeros interrogantes, si lo que anhela es la fama queda claro que en estos últimos clubes más "canteranos" (y cuyos nombres lanzo al azar, no porque se conozca un interés real) el éxito es más improbable. No le queda otra que deshojar la margarita. Aunar en un solo club todos los ingredientes que tenía en Barcelona (y ya ni siquiera hablo de los emocionales) parece complicado. Nadie mejor que él sabrá meditar la decisión final. Y quizá nos llevemos todos alguna sorpresa. O no...