"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




domingo, 13 de enero de 2013

EL EFECTO REVULSIVO

¿Qué es lo primero que hace un club español cuando los resultados no son los deseados?. En realidad podría tratarse de una pregunta retórica. Todos sabemos que, prácticamente siempre, lo que se hace es destituir al entrenador. Quizá no sea el culpable en todas las ocasiones, pero suele ser el sujeto más débil dentro de un club. ¿Y qué se busca con ese despido?. Tapar las carencias de una plantilla mal planificada, los errores de sus directivos y, evidentemente, un cambio de rumbo en forma de buenos resultados. Hasta la fecha, en la Liga BBVA, se han vivido tres destituciones y no se puede negar que el efecto revulsivo de los nuevos entrenadores es evidente. El mexicano Javier Aguirre tenía la misión de sacar al Espanyol de un hoyo profundo. No tuvo que ser fácil para el conjunto catalán destituir a Mauricio Pochettino. Un técnico acostumbrado a tener que reinventar un equipo cada verano, con un club hecho muy a su medida e incluso con unos lazos sentimentales importantes hacia la institución.

Pero Aguirre responde al perfil de técnico revulsivo. Es un motivador. Un personaje en apariencia campechano y extrovertido, capaz de hacer de técnico y psicólogo al mismo tiempo. Y parece que la fórmula funciona. Desde su llegada a finales de noviembre y salvando la más que lógica derrota en el Camp Nou, todos sus partidos han acabado con empates o victorias que han permitido a los "periquitos" salir de los puestos de descenso...
Pocos días después, Ernesto Valverde era nombrado nuevo técnico del Valencia. El destituído en este caso, al igual que en el Espanyol, era un técnico argentino (de idéntico nombre y apellido similar) que había pasado por el club como jugador, pero que gozaba de pocas tablas al frente de un banquillo.

Valverde, en comparación con su predecesor, aporta más experiencia, más conocimiento del fútbol español y un palmarés más brillante y si no, que pregunten en Grecia.
El resultado, seis victorias en los siete partidos que lleva dirigidos al conjunto valencianista desde su llegada y la sensación de una más que patente capacidad para sacar el máximo partido a una plantilla acostumbrada a copar puestos altos de la clasificación.

El portugués Domingos Paciência ha sido el último en llegar. Casi con las campanadas del fín de año, el Deportivo de la Coruña destituía a su técnico Jose Luís Oltra, el cual, sorprendentemente, mostraba extrañeza por el cese pese a que su equipo ocupara la última posición de la tabla. Domingos se ganó fama internacional al frente del modesto Sporting de Braga al que no sólo metió hace un par de temporadas en Champions, sino que tras ser eliminado en esta competición, llevaría al equipo hasta la final de la Europa League. Su salto posterior a un histórico de Portugal como el Sporting de Lisboa no fue positivo, pero llega a la Coruña con la misión de ayudar a restituir la reputación de un club que, no hace muchos años, aspiraba e incluso ganó títulos importantes. Sus dos primeros partidos se han saldado con cuatro de los seis puntos posibles y el equipo abandonando el "farolillo rojo"...
No siempre suele ser así. No siempre la llegada de un nuevo técnico soluciona los males de un equipo. Ni siquiera estos tres entrenadores tienen asegurado el éxito en sus respectivas empresas. Pero el comienzo es halagüeño y, cada uno con sus virtudes, dan motivos a sus aficionados para, al menos, tener esperanza.

1 comentario:

Carmarti dijo...

Síntesis magistral de un fenómeno frecuente...