"Éramos todos muy amigos, nos gustaba jugar juntos, la pasábamos bien reunidos, intentábamos hacerlo lo mejor posible. Atacar mucho y luego recuperarla con la ilusión de volver a atacar y esperábamos la compañía de la suerte. Ése es el fútbol, muchachos."

Marcelo Bielsa




sábado, 20 de diciembre de 2014

ODEGAARD, UN NOVIO BUSCANDO NOVIA

Hace apenas unos días cumplió 16 años. En YouTube abundan vídeos recopilatorios de sus mejores jugadas (acciones más vistosas que efectivas, todo sea dicho de paso). Los grandes clubes europeos lo agasajan, le invitan a conocer sus instalaciones para que les dé el "sí quiero". Barcelona, Madrid, Munich, Turín, Manchester...todas estas ciudades esperan con ansias que Martin Odegaard pise sus aeropuertos. Sueñan con el nuevo niño prodigio, tan bueno en apariencia como muchos de los que llegaron a la cima y tan joven e inexperimentado como tantos otros que se quedaron en el camino.



Nacido en la localidad noruega de Drammen, el 17 de Diciembre del 1998, Odegaard es el chico récord de este país nórdico. Debutó en el campeonato liguero con su actual equipo, el Stromsgodset IF, con tan sólo 15 añitos. Nadie lo había hecho tan joven en la Tippeligaen. Con esa misma edad, se convirtió también en el futbolista más prematuro en vestir la camiseta de la Selección absoluta de Noruega (en un partido amistoso contra los Emiratos Árabes Unidos). Y casi en este punto acaba por el momento su biografía. No ha tenido tiempo material para mucho más...

Zurdo cerrado, le gusta moverse entre líneas, participar del juego y entrar en contacto con el balón de manera permanente. Cuanto más, mejor. Se prodiga en jugadas de fantasía que no siempre suelen llegar precisamente a buen puerto. Arrastra defensas, simpatiza con el regate y la filigrana en exceso y juega siempre con sensación de vértigo, como si pusiéramos el FIFA 15 de la Playstation en el modo más rápido que permite el juego. La prensa de aquí y de allá lo ven ya fichado por este o por aquel equipo. Los clubes juegan al despiste. Rummenigge dice de él que es una novia con muchos novios. Hace unas horas se le ha visto en Barcelona, pero presuntamente para conocer a su idolatrado Leo Messi. Su historia es corta. Guarden por si acaso este artículo y todos los recortes de prensa que sobre este chico se publican en estos días. Quizá dentro de una década tengamos que tirar de ellos para preguntarnos qué fue de Martin Odegaard. O a lo mejor sucede que en un futuro encuentra acomodo dentro del Olimpo de los Dioses. Concedámosle si acaso algo que le sobra: Tiempo.

lunes, 22 de septiembre de 2014

SANDRO RAMÍREZ, "EL OTRO MUNIR"

Algunos llegan de hurtadillas. Sin hacer ningún ruido. Sin grandes credenciales ni apadrinamientos mediáticos. No se creen megaestrellas desde niños, ni muestran rencor hacia nadie cuando alguien les dice qué deben hacer para seguir creciendo y, sobre todo, para no dejar de tener los pies en el suelo. Sandro Ramírez, a sus escasos 19 años y contra todo pronóstico, ha aparecido en escena en el nuevo Barça de Luis Enrique. En un ataque plagado de estrellas mundiales, este canario que llegó a la cantera blaugrana en 2009, ha participado en tres de los cuatro primeros partidos de Liga, así como en el único encuentro de Champions disputado hasta la fecha.



De la misma generación que el hispano marroquí, Munir El Haddadi, Sandro comienza a acumular minutos (más que partidos) con el primer equipo culé. Saliendo hasta el momento siempre desde el banquillo, aprovecha esos espacios de tiempo para reivindicarse. Tiene algo de su compañero y paisano Pedrito. Tesón, voluntad férrea y un demostrado olfato goleador. Más ariete que hombre de banda, ha logrado ya dos tantos en Liga en los escasos 71 minutos que lleva disputados a día de hoy. El regreso en un mes del uruguayo Luís Suárez hará que la competencia sea aún más encarnizada. Puede que ése sea incluso el momento de volver al filial, de jugar más asiduamente y de acumular kilómetros y goles en sus botas. Pero Sandro ya ha dado el primer paso y Luis Enrique lo tiene muy presente.

domingo, 22 de junio de 2014

SOBRE XAVI HERNÁNDEZ Y UN SENTIMIENTO DE RABIA

La ley de Murphy es muy cruel. Obvio por otra parte. De no serlo, probablemente habría sido bautizada con el nombre de algún personaje del universo Disney. Las cosas, cuando van mal, siempre pueden ir a peor...Tras la decepcionante eliminación de España en el Mundial, después de haber disputado únicamente dos partidos, el encuentro que medirá mañana a la Selección frente a Australia carecía (y carece) de pocos elementos atractivos. Si acaso, el principal, era poder emplear el encuentro como un homenaje de despedida a jugadores que por razones de edad, no volverán a enfundarse la "Roja".



Uno de ellos debía ser Xavi Hernández. Sin embargo, hace escasas horas, se ha confirmado que el de Terrassa no podrá jugar por problemas físicos. Ya decíamos que Murphy era cruel. Y ha ido a cebarse con la persona menos indicada. El que para muchos puede ser el futbolista español más influyente de la historia, no podrá despedirse del combinado nacional sobre el terreno de juego. Es un contratiempo que no deja de ser el primer capítulo de algo que volverá a suceder en los próximos días. La prensa es unánime al afirmar que Xavi va a abandonar también la disciplina del F.C.Barcelona. Y al igual que en la Selección, esa salida quedará reducida a un titular periodístico, un comunicado del jugador o una rueda de prensa cargada posiblemente de la frialdad propia de las fechas que nos ocupan. Quizá luego, con el tiempo, venga una medalla de la Federación y un homenaje con placa incluida antes de la celebración de algún Trofeo Gamper. Pero no es el epílogo que merece un futbolista del tal dimensión y magnitud. Sin él no se entiende el Barça de la última década y media. Y sin él, desde luego, esta España triunfal no habría sido la misma. Y es que ya lo explicó Pepe Reina tras salir campeones en Sudáfrica.  Xavi era el que decidía cuando se tocaba, cuando se paraba, cuando se aceleraba...Siempre quedará la esperanza de que el malvado Murphy no se salga con la suya. Que pueda obrarse algún milagro para que la despedida, tanto en selección como en club, no quede reducida a un acto puramente burocrático. Hasta entonces, trataremos de reprimir el sentimiento de rabia.

sábado, 14 de junio de 2014

DEL BOSQUE Y EL "LAISSER FAIRE"

Vicente Del Bosque nunca fue un revolucionario en esto del fútbol. Tampoco un gran estratega capaz de sentar cátedra. Ha sido, eso sí, un buen heredero de patrimonios lujosos a los que ha sabido aplicar buenas dosis de coherencia. Coleccionó en su etapa de técnico del Real Madrid (por obra y gracia de su presidente) un elenco casi irrepetible de megaestrellas mundiales. Empleó entonces la máxima de "salid, jugad y divertíos", anteriormente desarrollada por mitos de la "Casa Blanca" como Miguel Muñoz o Luís Molowny. En la Selección Española tampoco ha inventado nada. Fue Luís Aragonés quien se lió la manta a la cabeza y viendo que se le llenaba el equipo de "Xavis" e "Iniestas", comenzó a practicar el fútbol de toque y posesión que perdura aún en estos días. El mérito de Del Bosque (gran mérito según se mire) ha sido el de releer con acierto libros que ya estaban previamente escritos.



La humillante derrota sufrida ayer ante Holanda, al margen de las lecturas varias que cada uno quiera realizar, tiene mucho de "laisser faire". No siempre es fácil detectar el momento en el que cabe iniciar una renovación profunda y, desde luego, es mucho más cómodo optar por lo conocido y aquello que anteriormente ha funcionado. Hasta 16 de los 23 convocados para la presente cita mundialista repiten respecto de Sudáfrica 2010. Sin contar que el porcentaje podría haber sido mayor si hombres como Valdés o Navas no hubieran causado baja por problemas físicos. Ayer, en el debut, optó por la continuidad, por el dejar hacer a los veteranos que tanto le han dado. Eligió a la medular de brazos caídos del Barcelona o a un guardameta, mito del fútbol español, que ha jugado menos del 50% de los partidos de la última campaña y que volvió ayer a chirriar como lo hiciera también en la reciente final de Champions. Del Bosque fue conservador, ignorando (a excepción de Diego Costa) a los seleccionados del Atlético, equipo que sin duda ha mostrado el espíritu más combativo del curso 2013-2014. Combatividad que sí tuvieron los holandeses, con un conjunto nuevo y sólo salpicado por algunos veteranos de talla mundial. La poca savia nueva que encuentre en el banquillo (Koke y paren de contar) o el carácter luchador de futbolistas como Pedro o Juanfran, serán probablemente los únicos argumentos que el seleccionador encuentre de cara a revertir la situación en el encuentro frente a Chile. Y en mitad de una convocatoria tan continuista como la de Brasil 2014, Del Bosque se olvidó de Fernando Llorente. El jugador de la Juventus ha marcado en el campeonato liguero casi tantos goles (16) como Villa y Torres juntos (18). ¿Se imaginan los centros al área buscando a un Llorente defendido por el bajito chileno, Gary Medel?. No parece tampoco que se hayan estudiado demasiado las virtudes y los defectos de los rivales. Este último libro no lo ha leído con detenimiento el Marqués.